La batalla cultural ha brotado en nuestra localidad a modo de reivindicación frente a los crédulos, fanáticos, beneficiarios y apoderados. No hablaremos de cifras aquí, probablemente ya sean conocedores del varapalo electoral ‘socialista’ en nuestro feudo y el nacimiento prematuro y triunfal de una nueva fuerza contraria a todo el proceso de fusión. En una jornada electiva tintada de referéndum acerca del futuro de Don Benito. Y discúlpenme, pero la batalla a la que me refiero se sintió en la ciudadanía que se defendió (anónimamente, por si acaso) en las urnas. Las manifestaciones son más peligrosas, ahí te señalan sin reservas; y luego hasta te amenazan, los muy canallas.

Desde el Semanario Vegas Altas y La Serena, se ha mantenido una actitud crítica con este proceso, también a partir de aquel mes de septiembre del 2021, cuando tuvo lugar ese infame acto de presentación, en el IES Luis Chamizo y se dio a conocer públicamente la intención de fusionar Don Benito con Villanueva de la Serena. Este humilde medio se permitió el lujo de poner en duda (válgame Dios) las verdaderas intenciones que había detrás de todo este asunto y si ciertamente era provechoso para ambas ciudades…, vamos, usted sabe, desconfiar un ápice de los políticos; muy extraño, ¿verdad? Lejos de los procederes del resto de medios, que prefirieron loar a los que ostentan el poder, contemplando y comunicando, serviles, medias verdades cargadas de ‘buenismo’ y privadas de inconvenientes. Dificultades que aparecieron de manera grosera y se agravaban cada vez que cualesquiera de los dos aliados abría la boca sin un papel ni un atril mediante. Después decidieron hacer cositas en secreto, demostrando su inoperancia… Mire que tuvieron tiempo de planearlo bien; ni así.

Sin embargo, la lucha del ‘pensamiento’ contra los tontos útiles a veces resulta. Los integrantes de esta nueva formación política vecinal, que ha pasado de 0 a 7 escaños, estuvieron bien organizados y en la frente tenían un objetivo primigenio. Supieron transmitir la realidad respectiva al proceso ‘fusionario’ sin eufemismos ni vueltas. El aliento necesario a una sociedad taciturna pero molesta. Mientras que los ediles y sus súbditos trataban de desprestigiarlos con etiquetas denuestas que ellos se encargaban de poner, para acto seguido acusarlos de “campaña sucia”. La muy conocida doble vara moralista que los significa. Los mismos que se escabullen por la puerta de atrás mientras mandan a sus viles soldados al frente. Según se dice, en aquella ocasión, se pretendió imitar a De La Rúa, pero el helicóptero no logró aterrizar.

Además, me permito disentir a la afirmación de que lo único que ha movido a este nuevo grupo es la identidad. No parecen estar en contra de una unión, pero rechazan la fusión, y sobre todo en estos términos. Se advierte que están hermanados con la ciudad vecina, aunque nos quieran vender lo contrario desde algunas coordenadas progresistas. Sus detractores poderosos ansían que el odio recaiga sobre ellos, y que la sociedad los sentencie por “Villanofobia”. No señor, se me ocurre más bien que están en contra de las trampas, los pelotazos, los pucherazos, las mentiras, la falta de información, las campañas hacia un costado ‘progre’, el dinero público derrochado en las mismas, las obras eternas simultáneas y millonarias, el populismo, los enchufes, los autoritarismos, etcétera, etcétera. Esto me cuadra más.

Curioso que los mismos que defienden el sentido identitario para algunas cosas lo defenestran para otras. Mi identidad es apta, tiene relevancia social, la tuya no. Yo puedo identificarme como una vaca angus, pero… ¿identificarme como ciudadano calabazón? Eso no. “¡Farrrcista, localista, separatista!”. No hay solución a este respecto, ellos definen lo bueno y lo malo, y si no lo aceptas, eres el enemigo. Hay que erradicarte o al menos, condenarte socialmente.

​Tuve la oportunidad de acudir a algunas de las manifestaciones de Siempre Don Benito y pude ver muchas cosas. Pude saber lo que sucedía allí y como algunos medios lo etiquetaban y titulaban a su conveniencia y antojo. Tratando de perjudicar a esta plataforma de manera ostensible por razones obvias, que aluden a su comodidad económica. Ya está bien. En estos lares queda alguna periodista que se refiere al proceso como “unión”. Se ve que no se ha enterado después de más de 18 meses de vainas. ¡Que alguien le avise por el amor de Dios! O mejor no, déjenla que ya me produce ternura inconsciente. Pero al final todo cambia en esta vida rastrera y la forma de combatir a este tipo de personajes es a través de la inteligencia. Quiere uno creer. Esto se lo digo desde la ineptitud señora, no me haga mucho caso pues represento al desengaño.

Corren tiempos de diálogo y pactos que no serán indiferentes a nadie, y las especulaciones brillan presentes en los cafetines. Algunos interesados han previsto ingobernabilidad, otros se muestran entusiasmados por ser determinantes y alguna otra, desapareció por incompetente y nefasta… El pueblo ha hablado, pero cada quien escucha lo que le conviene -no hay peor sordo…-. Algunos desearían seguir con la misma canción.

GRACIAS

Gerardo Esteban Lamas

SVA

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