“Yo, mi compromiso es hacer oposición en la Asamblea de Extremadura, y lo haré una vez que termine, entre otras cosas, este procedimiento porque yo no tengo que salir corriendo a una institución para aforarme, sino que prefiero previamente que quede cerrado y archivado este tema y además, lógicamente, de los procesos internos de mi partido, porque de cualquier otra forma se podría entender que voy a aforarme para que sea el Tribunal Superior de Justicia quien tenga que asumir esta causa y como estoy absolutamente tranquilo… ”

(Lo dijo en declaraciones de hace unos pocos meses a la SER, Miguel Ángel Gallardo, alcalde a perpetuidad de Villanueva de la Serena -y cuyo dedo colocó a la nueva alcaldesa-, actual presidente de la Diputación de Badajoz y generoso repartidor de sueños en esa institución, secretario general del PSOE de Extremadura y próximo diputado regional y flamante aforado [después de que hasta cinco (5) ‘compañeros’ se hicieran el harakiri para que él pudiera asumir el cargo y así ver de cerca a María Guardiola]. Y lo dijo, pero no lo cumplió, sino que cambió de opinión, porque a las primeras de cambio [el nombrado y sanchista ‘cambio de opinión’] se aforó, para que el TSJ sea quien asuma la causa [contra él, contra Gallardo, por prevaricación y tráfico de influencias, en el caso de la ‘colocación’ en la Diputación del hermanísimo de Sánchez Castejón, Pedro] de manera más favorable y preferida por el propio multicargos del PSOE (aquél de “un solo cargo, uno sólo, para cada dirigente de nuestro partido”). Uno piensa que no hay que explicar mucho más sobre este tema, para vislumbrar el talante moral de este prócer de la ‘fusión’ y estimado amiguísimo y correligionario de nuestro J.L. Quintana. Aunque yo les podría decir tres o cuatro cosas más sobre el muchacho que… Bueno, pero hoy no, otro día).

Fdo. Carlos Lamas

Semanario Vegas Altas.

Mayo 2025.

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