Deportes
Por: Alfonso Calvo Tapia
La Cruz Villanovense de fútbol, seguirá en lo más alto
Es incuantificable el trabajo que se viene desarrollando desde la Cruz Villanovense con todos sus equipos de cantera, pero en especial, con su buque insignia como es el Juvenil de ‘División de Honor’, que un año más va a permanecer en la cúspide de la categoría, el equipo que es el espejo y la meta de los más de 500 chavales que vienen por detrás y configuran toda la estructura de la entidad.
Por eso, no es de extrañar que en el último partido en el anexo, las gradas estuvieran repletas de un público fiel y entusiasta que en ningún momento dudó que la victoria se quedara en Villanueva de la Serena.
Los serones afrontaron el partido ante el Majadahonda como una auténtica final, ya que necesitaban la victoria para salir de los puestos de descenso. Esto tras encarar una racha positiva con una victoria ante Las Rozas (1-0) y el Móstoles (2-1), los pupilos de Cubi llegaron al encuentro con 31 puntos, ocupando el 13º puesto en la clasificación. Por su parte, el Rayo Majadahonda, también inmerso en la lucha por evitar el descenso, llegó a las inmediaciones de Villanueva de la Serena con una dinámica algo más irregular que sus rivales. Esta plantilla fue derrotada por el Leganés (0-4) y venció al Fuenlabrada (6-0) en sus últimos encuentros.
Por tanto, el choque entre ambos se trató de un duelo de vida o muerte por la permanencia, debido a que los dos conjuntos eran conscientes de que una victoria les permitía dar un paso de gigante hacia la salvación, mientras que una derrota complicaría y mucho las opciones en la última jornada de la competición.
El partido comenzó con la posesión del esférico muy igualado por parte de los dos equipos. A raíz de cumplirse el primer cuarto de hora, los visitantes se hicieron dominadores de las primeras llegadas a puerta, amenazando la portería de Yago. De esta manera, las ocasiones llegaron a cuentagotas y con el marcador a cero finalizaron los primeros 45 minutos de juego.
Con el arranque de la segunda mitad, los locales salieron con ganas de hacerse con el encuentro y de saldar así su permanencia en esta categoría. De este modo, en los últimos compases, cuando ya las piernas flaqueaban, apareció Nano para desatar la locura. Una jugada tejida con fe encontró su cabeza, y el balón besó la red ante el estallido atronador de la grada, ya que este tanto suponía afianzar la ansiada y soñada salvación.
Con esta victoria, La Cruz Villanovense alcanza los 34 puntos, supera a su rival en la tabla, y logra una permanencia que sabe a título. Un año más en División de Honor y no es poca cosa.
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