El Papa Francisco

Por: Andrés Retamal Ojeda

El trece de marzo del 2013, día en que el cardenal Jorge Mario Bergoglio fue proclamado Papa, ya marcó todo un proyecto de su futuro papado, al elegir el nombre de Francisco, todo un dechado de pobreza y humildad franciscana. El jueves santo del mismo año, su primera salida del Vaticano fue a la cárcel de Casal del Marmo, en Roma, para lavar los pies de 12 jóvenes reclusos, rememorando el gesto de Jesucristo con los apóstoles. El primer viaje fuera de Roma del Papa Francisco fue a la isla Italiana de Lampedusa, a encontrarse con los centenares de migrantes que llegaban a esta isla, enormemente preocupado por la suerte que esperaba a estas personas, personas a imagen y semejanza del mismo Jesucristo, como el Papa se encargó de recordarnos.

El ‘Papa Francisco’ ha intentado a lo largo de su papado reformar la posición de la Iglesia en la línea de las doctrinas y directrices aprobadas en el Concilio Vaticano, en los papados del ‘Papa bueno, Juan XXIII’, y su sucesor el Papa ‘Pablo VI’, doctrinas un tanto olvidadas en los dos papados siguientes. El ‘Papa Francisco’, ha intentado la apertura de la Iglesia a los tiempos que nos toca vivir: dando protagonismo a la mujer dentro de la jerarquía eclesiástica; abriendo la Iglesia a los divorciados; mandando a los cristianos a ejercer su apostolado a la periferia; posicionándose muy activo a favor de la paz, basta el ejemplo de sus periódicas llamadas al párroco de la comunidad cristiana de Gaza; con ejemplar reprobación de la pederastia en el seno de la Iglesia. En definitiva, un Papa humilde y cercano con especial predilección por los más desfavorecidos; saliendo a vivir a Santa Marta y despojándose de lujos y boato en su vestimenta.

El Papa ha mirado a la primitiva Iglesia Cristiana y a los evangelios, para fijar la posición de la Iglesia ante un mundo cambiante, erigiéndose en un líder moral para los cristianos del mundo y, más allá de la fe, para todos los hombres de buena voluntad. Basta ver las miles de personas que han pasado a verlo en la capilla ardiente del Vaticano, para comprender el alcance de su prestigio y carisma.

Como cristiano practicante de la línea de Jesucristo, he estado en la periferia con mi voluntariado de Cáritas Don Benito, durante ocho años, y desde mi regreso a Vilafranca del Penedés en el 2015, como voluntario de Cáritas en el albergue ‘Casa de Acogida Abraham’ de Vilafranca, en el servicio de duchas a los beneficiarios durante más de seis años.

Descansa en paz ‘Papa Francisco’, que la tierra te sea leve.

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