La crisis que estamos pasando es, sin duda, la más grave de las padecidas desde 1.929. Pero ¿Cuáles han sido las causas?
Se trata de una historia de ambiciones. Ambición por la consecución de un beneficio desmesurado por parte de las entidades financieras y promotores inmobiliarios que remuneran a sus directivos con retribuciones variables ligadas al aumento del valor de cotización de sus acciones o al incremento del beneficio para lo cual asumen riesgos muy elevados (ya que si no arriesgo, no gano).
Esta crisis supone un fracaso de la teoría ultra-liberal de la economía que se ha venido practicando en la sociedad occidental durante más de una década: "dejad que el mercado funcione libremente, él lo arregla todo". Sin duda asistimos al fracaso de esta ideología ultra-capitalista que, por su extremismo, ha demostrado los efectos negativos y daños que ha causado en toda la economía mundial.