En boca de todos, grandes, pequeños…, existe
la palabra ¡CRISIS!; y digo también pequeños porque estos son los primeros que se encuentran inmersos en el mundo de las comunicaciones captando esta palabra tan preocupante con la que están todos los días machacándonos y que ajenos a ello nos preguntan cuál es su significado como
si fuera una cosa maravillosa
Y es ahí donde vamos y donde tenemos que saber cuál es el significado de ésta y su interpretación.
Aunque los economistas, políticos u otros, son los primeros que entienden al respecto, quedando los demás al margen de ello e interpretando el famoso término lo mejor posible para adaptarlo a sus necesidades, siempre ha habido crisis, unas veces de una manera, otras veces de otra; todo depende de los tiempos cómo vengan, de las modas e incluso del ritmo de vida que llevemos.
Hay que pensar que somos muchos, y cada uno lleva "esta crisis" lo mejor que puede si tenemos en cuenta por lógica que en todas las familias siempre ha habido momentos en donde se ha estado más o menos achuchado.
Probablemente la crisis que tenemos ahora, es una crisis llevadera y aunque estamos todos los días hablando de ella, apenas se ven penas, porque si estamos inmersos en ella es inconcebible que la gente lleve el ritmo de vida que lleva; alterne, exceso de consumismo, diversión, cientos de coches circulando y gastando combustible a lo loco etc., son algunos de los matices a tener en cuenta, sin olvidar como es obvio, el mundo de los viajes o las vacaciones como queramos interpretarlo.
Es inconcebible, que si la gente se queja porque no llega a fin de mes, ¿cómo es posible que los aeropuertos, hoteles, restaurantes, chiringuitos de playa, parques temáticos o de atracciones y muchos atractivos más, estén a desbordar….?
Es curioso y cada vez más, cuando llegan los meses de verano, escuchar a la gente el tópico de ¿dónde te vas de vacaciones?, como si fuera una obligación el tener que salir; y todos sabemos que desde que salimos de casa estamos gastando dinero, y más cuando lo hacemos por motivo de vacaciones donde juega la picaresca de muchos para abusar de los turistas incrementando los precios de los servicios y seguro que dejándolos sin un duro.
Y ahí es cuando sin darnos cuenta, estamos inmersos en el problema; cuando llegamos a casa de retorno y ponemos encima del televisor ese horroroso adornito en forma de Torre de Pisa o Torre Eiffel por decir algo y por la que hemos pagado probablemente un dineral... y para nada. Es lógico que solamente se vive una vez, y que hay muy buenas ofertas en internet o que nos venden las agencias de viajes y que hay que aprovechar. Pero cuando se puede, se puede y si no, no pasa nada porque te quedes en casa soportando el calor al son del aire acondicionado y refrescándote en la piscina.
Hay que ser consciente de los tiempos que vivimos, y que estos momentos pasarán a la historia; pero también hay que ser un poco comedido por lo que pueda pasar.
Hemos gastado mucho y hemos vivido muy bien y ahora nos está pasando factura…
Cambiar para atrás es muy difícil, pues cada vez estamos más inmersos en el mundo de las nuevas tecnologías y eso cuesta dinero, porque ¿quién no se ha comprado alguna vez una nueva cámara de fotos con un montón de megapíxeles, o un nuevo teléfono móvil con veinte mil funciones y que en concreto como no seas un poco espabilado no te sirve para nada, y para lo único que te vale es para que los viejos aparatos aún funcionando, queden arrinconados en un cajón a la espera de pasar a mejor vida?.
¡Pues eso es crisis!. Tenemos demasiado y no nos damos cuenta…
De momento lleven la crisis lo mejor que puedan, y móntense esta feria lo mejor posible. Como dije antes, sólo se vive una vez, y no sabemos lo que nos espera...