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“CUENTO DE NAVIDAD (3-D)” ****
DIRECTOR:
ROBERT ZEMECKIS
INTÉRPRETES:
JIM CARREY, ROBIN WRIGHT, COLIN FIRTH, GARY OLDMAN
GÉNERO:
ANIMACIÓN / EE. UU. / 2009 /
DURACIÓN:
96 MINUTOS

En un esfuerzo para que los espectadores de la comarca de las Vegas Altas y la Serena podamos disfrutar de las más rabiosas innovaciones tecnológicas en las proyecciones cinematográficas, los hermanos Matías y Juan, al frente de los Cines Victoria de Don Benito, nos presentan el estreno de la imparable tecnología 3-D en su más evolucionada definición, un sistema que poco a poco se va consolidando como la más estimulante opción para gozar el cine en toda su dimensión, convirtiendo cada estreno en este formato en todo un espectáculo. CUENTO DE NAVIDAD, adaptación del famoso cuento de Charles Dickens a cargo de Robert Zemeckis, es la sugerente propuesta para dar el pistoletazo de salida a las proyecciones en 3-D en nuestras salas, una película de animación filmada por captura de movimiento. Veamos: El viejo y avaro millonario Ebenezer Scrooge (Jim Carrey) ignora a sus semejantes y desprecia todo lo que significa la Navidad, fiestas de alegría y concordia que se niega a celebrar. Un día es visitado por su socio fallecido, Jacob Marley (Gary Oldman) quien le advierte que tres fantasmas, el las Navidades pasadas, presentes y futuras (interpretados también por Carrey) se le van a aparecer. Scrooge se queda sorprendido cuando el primer fantasma le muestra su comportamiento inaceptable las Navidades pasadas; el fantasma de las Navidades presentes le enseña cómo su sobrino y su empleado viven con inmenso gozo la Navidad; y así, el fantasma de las Navidades futuras le indica que si no cambia de conducta, los próximos años serán para él terroríficos.
Ya saben que en la animación por captura de movimiento los actores van embutidos en un traje repleto de sensores de movimiento y puntos negros de referencia en el rostro, que luego son empleados por los animadores para crear personajes animados. Aunque el cuento adaptado es muy conocido y el 3-D es muy divertido, el sistema no tiene que ser un fin en sí mismo, sino una herramienta para narrar la historia, pero diré que estamos ante una película sólo disfrutable en tres dimensiones, pues el revolucionario sistema logra que la gente que vaya a ver esta película se sienta dentro del marco y el mundo que éste captura. Con esta tecnología, la calidad digital y el modo en que han evolucionado las gafas o anteojos, el espectador tiene una sensación vertiginosa de profundidad, que le lleva a sumergirse en la historia prestando atención al esmerado gusto por el detalle. Porque, en definitiva, lo que Zemeckis nos presenta va más allá de la animación convencional en 3-D, adentrándose una vez más en la sinergia entre actores de carne y hueso y el potencial de las tres dimensiones, como ya hizo con la adaptación de otros dos relatos clásicos, "Polar Express" y "Beowulf". Si bien, ver cine en este sistema resulta más caro debido a la alta inversión que supone, insisto, ver esta película en dos dimensiones reduce en un porcentaje elevado su impacto visual, presten, pues, atención al inolvidable vuelo de Scrooge por Londres, que le lleva a elevarse más allá de las estrellas. Definitivamente, Zemeckis ha conseguido dar una nueva vuelta de tuerca al cuento de Dickens y al tradicional concepto visual del cine animado.

“THE BOX” ***
DIRECTOR:
RICHARD KELLY
INTÉRPRETES:
CAMERON DÍAZ, JAMES
MARSDEN, FRANK LANGELLA, SAM OZ STONE, JAMES
REBHORN
GÉNERO: THRILLER / EE. UU. / 2009
DURACIÓN: 115 MINUTOS
Basada en un relato corto titulado "Button, Button" (Botón, Botón) del adaptadísimo novelista Richard Matheson, que ya tuvo una adaptación televisiva en la década de los 80 dentro de la serie "La Dimensión Desconocida", THE BOX puede servir para que el director Richard Kelly recupere la autoestima y el prestigio perdido tras el sonoro batacazo que supuso su anterior obra, Southland Tales (2006) que sólo pudo recuperar 300.000 de los 17 millones de dólares invertidos. Lo curioso es que este cineasta deslumbró a propios y extraños con su ópera prima, esa fábula postapocalíptica titulada Donnie Darko (2001), film que escribió y dirigió con sólo 26 años y que fue premiado en numerosos festivales, elevando la figura de su autor como uno de los directores de culto más aclamados entre los aficionados al cine independiente.
THE BOX nos traslada al año 1976 para narrarnos la historia de una familia formada por el ingeniero de la NASA Arthur Lewis (James Marsden), su esposa, la profesora de literatura Norma (Cameron Díaz) y su hijo Walter (Sam Oz Stone), que residentes en una preciosa urbanización pasan por momentos de dificultades económicas. Sus vidas darán un giro la noche en que alguien toca el timbre de su casa y les deja en la puerta una caja de madera coronada por una pequeña cúpula de cristal que encierra un botón rojo y una nota que dice: "El Sr. Stewart les visitará a las cinco de la tarde". Tras sufrir una serie de de reveses en sus respectivos trabajos y con la moral por los suelos, la pareja había olvidado el incidente de la caja cuando a la hora señalada en la nota reciben la inquietante visita de un misterioso tipo al que le falta un trozo de mandíbula y que se presenta ante Norma como Arlington Stewart (Frank Langella), y que acabará revelando el secreto del enigmático botón rojo, pues resulta que si ella o su marido pulsan el botón sucederán dos cosas: por una parte, alguien a quien ellos no conocen morirá en algún lugar del mundo, y por otro lado, cuando esto suceda, el matrimonio recibirá un millón de dólares. La llave que abre la caja quedará en manos de Arthur y Norma, y el Sr. Stewart les da un plazo de 24 horas para tomar una decisión.
Tratando de capturar -sin conseguirlo plenamente- la atmósfera de espionaje y conspiraciones políticas de los films setenteros de Alan J. Pakula o Sydney Pollack, la cinta se aparta finalmente de la trama del cuento original de Matheson, fijando definitivamente la excusa argumental en el entorno profesional de la NASA. El mayor problema de THE BOX es su extrema y desarmante indefinición, Kelly parece dudar entre seguir la senda marcada por Matheson (centrada en el automatismo de las relaciones familiares en los tiempos modernos) y sus propias aportaciones, lo que hace que el film se quede colgado en un limbo en donde los ajustes atmosféricos no pueden disimular el insólito viraje urdido por el director.
Navegando entre el aura claustrofóbica del cine de terror y la visión especulativa de la ciencia-ficción, el film está tamizado por la filosofía existencialista de Jean-Paul Sartre (la protagonista es una profesora de literatura que enseña a sus alumnos la dramaturgia del pensador francés a través de una de sus obras más celebradas, "A puerta cerrada", en la que tras encerrar a tres personas cargadas de culpas en una habitación concluye que "el infierno son los otros"), referencia que resulta clave para encajar las piezas del puzzle junto al imaginario fantacientífico de Arthur C. Clarke (autor de "2001: una odisea del espacio"), cuya Tercera Ley aporta un elemento esencial en la resolución del enigma. No podemos hablar de película fallida porque Kelly mezcla milimétricamente los ingredientes de un argumento alambicado, del que se extrae un mensaje descorazonador muy sartriano.